Hoy os traigo un apartamento familiar lleno de luz y espacios amplios decorados con estratégicas pinceladas de color, que sin duda son las encargadas de dar el toque original a este interiorismo de estilo nórdico.
Nada más entrar a la casa nos encontramos con un espacio de trabajo decorado con un vistoso y colorido papel de pared, que nos da una pista de la tónica general de la vivienda.
Del espacio de trabajo pasamos al salón comedor, que se abre al dormitorio principal con una doble puerta. Me encanta la amplitud que resulta de dejarla abierta para que ambos espacios queden integrados. También me ha llamado la atención el original uso del color que se ha hecho en el salón, combinando una alfombra azul con un sofá en un tono tierra que aporta calidez a esta zona de la casa en la que predominan el blanco y el negro.
El dormitorio, minimalista, femenino y en blanco y negro, contrasta con el siguiente espacio...
¡Una cocina llena de color!
De la habitación infantil se pueden sacar muchas ideas low cost, ya que el amueblamiento no puede ser más sencillo. Toda la gracia está basada en la decoración: la ropa colgada de la pared, las láminas enmarcadas en negro, la alfombra, y por supuesto el maravilloso papel de pared.
Para rematar el conjunto un precioso y acogedor balcón lleno de flores.
¿A quién no le gustaría vivir en un sitio así?
¡Feliz fin de semana!
